Durante mucho tiempo, las remesas de pagos han sido el pilar fundamental sobre el que se sustentaba la realidad de los departamentos de tesorería y de cobros y pagos de la mayoría de empresas. Al fin y al cabo, es la solución más sencilla, cómoda y rápida para gestionar los pagos a proveedores.
Sin embargo, la actual realidad tecnológica, en continua evolución, unida a los problemas actuales que presentan estos métodos de pago, hacen que muchos se pregunten si la remesa de pagos tiene los días contados. A continuación, exploraremos las tendencias actuales, los desafíos y las innovaciones que están redefiniendo el panorama de las remesas y lo que esto podría significar para el futuro de las transacciones globales
Una remesa de pagos es un conjunto de pagos o transferencias de dinero que se envían juntos o agrupados por una empresa a otra, y que generalmente se utilizan para pagar facturas por la prestación de servicios o el suministro de bienes. Esta agrupación se realiza generalmente para simplificar y agilizar procesos administrativos y bancarios.
Las remesas de pagos son comunes en el ámbito empresarial, especialmente cuando las compañías tienen que realizar múltiples pagos a diferentes proveedores o beneficiarios en una fecha específica.
Se trata de una herramienta fundamental para gestionar y organizar múltiples pagos a proveedores, empleados, entidades gubernamentales, entre otros. Su funcionamiento se centra en agrupar y procesar varios pagos de manera simultánea, para lo cual se realizan las siguientes acciones:
En la actualidad, la comunicación entre los ERP de las empresas y los bancos se suele llevar a cabo mediante interfases peer to peer (o P2P), normalmente a través de canales SWIFT dedicados. A través de estas redes, se produce una comunicación bidireccional entre la empresa y el banco, en la que la empresa envía toda la información de sus cuentas mediante ficheros que tienen una determinada estructura estandarizada. Un claro ejemplo de ello son las remesas de pagos.
En España, estos ficheros están estructurados, definidas por diferentes formatos de la Asociación Española de Banca (AEB) o de SEPA. A nivel internacional, existen otros estándares similares, pero el funcionamiento es similar.
En cualquier caso, la comunicación no es instantánea, sino que se realiza en varios pasos. En el caso de las remesas de pago, los tesoreros deben bajarse un fichero en formato XML de sus sistemas ERP, y subirlo a la plataforma bancaria para que este procese los pagos.
No es hasta el día siguiente, momento en el que se recibe el extracto bancario con los movimientos y recibos del día anterior, cuando se puede conciliar las cuentas con la información bancaria real.
Este proceso supone un auténtico problema y un riesgo para los tesoreros, que no pueden disponer de la información actualizada en tiempo real y, además, es un proceso propenso a múltiples errores, ya sea de comunicación o humanos. Deben esperar, al menos un día, hasta disponer de toda la información conciliada en sus cuentas contables, lo que impide hacer previsiones de tesorería reales y fiables.
Las remesas de pagos digitales han experimentado una evolución significativa en los últimos años, impulsadas por la tecnología y la demanda de soluciones más rápidas, seguras y convenientes. Algunas de las soluciones actuales son las siguientes:
Estas soluciones digitales en remesas de pagos están transformando la forma en que las personas y las empresas envían y reciben dinero, al ofrecer mayor velocidad, seguridad y conveniencia. Con la continua innovación en el espacio fintech, es probable que veamos aún más avances y soluciones en el futuro cercano.
En una era que tiende a la instantaneidad, los futuros tesoreros también exigen soluciones que les garanticen disponibilidad de la información en tiempo real, y las remesas de pago no iban a ser una excepción. Esto puede hacer que métodos más antiguos, como las remesa de pagos actuales, se perciban como menos atractivos en comparación con las soluciones instantáneas y digitales que más tirón están teniendo en la actualidad.
Desde la popularización de las criptomonedas hasta las plataformas de pagos online, las alternativas a las remesas tradicionales están ganando terreno. Estas innovaciones prometen transacciones más rápidas, tarifas más bajas y una mayor inclusión financiera. Sin embargo, con estos avances también vienen desafíos. La seguridad, la volatilidad de las monedas digitales y las regulaciones gubernamentales son solo algunas de las preocupaciones que rodean a estas nuevas formas de transferencia de dinero.
Con todo, y a pesar de todos los avances digitales, es probable que las remesas de pagos continúen siendo una realidad en ciertos sectores o regiones, especialmente donde la infraestructura digital no esté completamente desarrollada o donde las remesas sean una práctica arraigada.
En definitiva, aunque es probable que la relevancia de la remesa de pagos disminuya con el tiempo debido a la evolución tecnológica y los cambios en las preferencias de los consumidores, su existencia dependerá de la adaptabilidad de esta herramienta a las nuevas demandas del mercado y de cómo se integre con las soluciones emergentes.