En el ámbito financiero, existen numerosos conceptos y términos que son fundamentales para comprender y gestionar eficientemente las finanzas, tanto a nivel empresarial como personal. Uno de estos conceptos es la amortización, una herramienta clave en el cálculo financiero que permite evaluar y distribuir en el tiempo el coste de un activo.
En este artículo, exploraremos en detalle qué es la amortización, su importancia y relevancia en el ámbito financiero, así como su cálculo preciso.
En términos sencillos, la amortización es un proceso, generalmente contable, mediante el cual se distribuye el coste de adquisición de un activo tangible o intangible a lo largo de su vida útil.
Se utiliza para reflejar adecuadamente el desgaste, la obsolescencia y la depreciación de los activos con el paso del tiempo. Esto es especialmente relevante en el caso de los elementos de inmovilizado, es decir, aquellos que son importantes para el desarrollo de la actividad a largo plazo, como una máquina, un equipo informático o un vehículo, entre otros.
La amortización permite reconocer el gasto de un activo a medida que se utiliza, en lugar de cargar el coste total en el momento de la adquisición.
El cálculo de la amortización es importante por varias razones:
Desde el punto de vista contable, existen diferentes tipos de amortización: la amortización de activos y la amortización de pasivos. No obstante, a nivel contable, cuando hablamos de amortización sin decir nada más, nos referimos a la amortización de activos.
La amortización de activos se refiere al proceso de distribuir el coste de un activo a lo largo de su vida útil. Los activos pueden ser tangibles, como maquinaria, edificios o vehículos, o intangibles, como patentes, marcas registradas o derechos de autor.
El propósito de la amortización de activos es reflejar el desgaste, la obsolescencia y la depreciación del activo a medida que se utiliza.
La amortización de pasivos, por su parte, se refiere al proceso de pago gradual de una deuda o pasivo a lo largo del tiempo. Los pasivos pueden ser un préstamo, una hipoteca, bonos u otras formas de deuda contraída por una entidad financiera. La amortización de pasivos implica realizar pagos regulares que incluyen tanto el reembolso del principal como los intereses correspondientes.
Existen diferencias significativas entre lo que significa la amortización contable y amortización fiscal. La primera de ellas es la que ya hemos explicado en apartados anteriores. En la amortización fiscal, por su parte, el cálculo de la depreciación que se utiliza para propósitos fiscales y determinar la carga tributaria de una empresa.
En la mayoría de regulaciones tributarias, el gasto de amortización es deducible en el Impuesto sobre Sociedades, pero debe calcularse con arreglo a una serie de criterios y reglas fiscales. Estas reglas pueden diferir de los principios contables y pueden tener tasas de depreciación diferentes, métodos permitidos y períodos de recuperación específicos establecidos por la legislación fiscal.
La propia Agencia Tributaria española tiene tablas de amortización fiscal que las empresas deben respetar en función del elemento patrimonial, como edificios, construcciones o maquinaria, entre muchas otras.
Llegados a este punto, vamos a ver cómo se determina la amortización de un activo. El cálculo de la amortización varía según el método utilizado y los activos involucrados.
Sin embargo, en general, se siguen los siguientes pasos:
Existen varios métodos de cálculo de la amortización contable que se utilizan para distribuir el coste de un activo a lo largo de su vida útil. Los métodos más comunes son los siguientes.
Es el más simple y utilizado. Consiste en distribuir el coste del activo de manera uniforme a lo largo de su vida útil. La fórmula para calcular la amortización periódica en este método es:
Amortización lineal= (coste del activo - Valor residual) / Vida útil del activo
El método decreciente de porcentaje constante, también conocido como método de amortización acelerada, es un enfoque utilizado para calcular la amortización contable de un activo de manera más rápida en los primeros períodos de la contabilidad y más lenta en los períodos posteriores.
En este método, se aplica un porcentaje constante más alto sobre el saldo pendiente del activo en comparación con otros métodos de amortización, lo que resulta en una mayor amortización en las etapas iniciales de la vida útil del activo.
Su cálculo es también sencillo. Por un lado, se calcula la tasa de amortización.
Tasa de amortización = 1 / Vida útil del activo
Y, posteriormente, se calcula la amortización periódica:
Amortización periódica = Saldo pendiente del activo x Tasa de amortización
El saldo pendiente del activo depende de la amortización realizada hasta ese momento. De manera que, para su cálculo, se debe restar el valor de adquisición del valor de adquisición del mismo.
El método de los dígitos, también conocido como método de amortización de los dígitos de los años o método de la suma de los dígitos de los años (SDA), es otro de los enfoques utilizados para calcular la amortización contable de un activo.
En el método de los dígitos se asigna una mayor cantidad de amortización en los primeros años y una menor cantidad en los últimos años para el cálculo de las cuotas.
Para su cálculo, se utilizan los siguientes pasos:
Amortización periódica = (Vida útil - Año actual + 1) / Suma de los dígitos de los años x (coste del activo - Valor residual)
Donde el "año actual" representa el número de años transcurridos desde el inicio de la vida útil del activo.
Imagina que la empresa “Soluciones de Tesorería SL” compra un nuevo equipamiento informático en el ejercicio 2X23 cuyo coste de adquisición se calcula como la suma de los siguientes conceptos:
En total, el coste de adquisición, que se utilizará como la base para la determinación de la amortización contable, es de 31.600 euros.
Se estima que este equipamiento informático tenga una vida útil de 5 años, y el valor residual es de 0 €, es decir, una vez terminada su vida útil, ya no puede ser reutilizado.
Utilizando el método lineal, y con un cálculo mensual, la amortización arroja el siguiente cálculo:
Amortización = 31.600 / (12x5) = 526,67 euros.
Es decir, mensualmente, la empresa debe amortizar un total de 526,67 euros por este activo, que es la cuota que se debe contabilizar en las cuentas correspondientes. Desde el punto de vista de la contabilidad, y siguiendo el Plan General Contable (PGC):
Por la adquisición del activo, si se paga al contado:
Por la amortización del equipamiento informático, de manera mensual, durante esos 60 meses, se debe realizar el siguiente asiento contable:
Al cabo de los 5 años, una vez consumida la vida útil del elemento de inmovilizado, se da de baja finalmente el equipo:
En conclusión, la amortización es un concepto clave en el ámbito financiero que se refiere a la distribución sistemática del coste de un activo a lo largo de su vida útil. Es un proceso contable que refleja el desgaste, obsolescencia u agotamiento de los activos en los estados financieros de una empresa.