La tecnología ha traído consigo una creciente sofisticación en los métodos para cometer fraudes financieros, y la inteligencia artificial se ha convertido en una aliada para su lucha.
En la era digital actual, donde las transacciones financieras son cada vez más comunes y están cada vez más digitalizadas, la seguridad y protección de los datos se han convertido en una preocupación primordial no solo para individuos y organizaciones, sino también para los propios gobiernos. El avance de la tecnología ha traído consigo una creciente sofisticación en los métodos utilizados por los delincuentes para cometer fraudes financieros, lo que exige soluciones igualmente avanzadas para combatirlos.
En este sentido, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una poderosa aliada en la lucha contra el fraude financiero. La IA es una rama de la informática que permite a las máquinas aprender y realizar tareas similares a las realizadas por seres humanos, incluyendo el análisis de grandes volúmenes de datos en tiempo real. Gracias a su capacidad para identificar patrones, anomalías y comportamientos sospechosos, la IA ha revolucionado la forma en que las instituciones financieras abordan la prevención y detección de fraudes.
La IA es un campo de la informática que se enfoca en el desarrollo de sistemas y algoritmos capaces de imitar o simular el pensamiento y el comportamiento humano. Se basa en la creación de programas y modelos que permiten a las máquinas aprender de manera autónoma a partir de datos, razonar, tomar decisiones y resolver problemas. Esto se logra mediante técnicas como el machine learning, el procesamiento del lenguaje natural, la visión por computadora y la lógica de inferencia.
En los últimos años, y especialmente a finales del pasado año y principios de este, la inteligencia artificial ha ganado una gran popularidad debido a varios factores. En primer lugar, los avances tecnológicos en el hardware y el software han permitido el procesamiento más rápido y eficiente de grandes volúmenes de datos, lo que ha impulsado el desarrollo y la implementación de sistemas de IA más sofisticados. Además, la explosión de datos generados por usuarios, dispositivos y empresas ha proporcionado una fuente abundante de información para entrenar y alimentar a los algoritmos de IA, mejorando su precisión y capacidad de aprendizaje.
Pero, sobre todo, el gran auge de la IA del último año se explica por su utilidad en una amplia de aplicaciones prácticas. Desde asistentes virtuales y chatbots hasta diagnóstico médico, conducción autónoma, recomendaciones personalizadas y, por supuesto, la detección de fraudes, la IA está transformando numerosos sectores y ofreciendo soluciones innovadoras.
La IA desempeña un papel fundamental en la detección de fraudes financieros, gracias a su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos, identificar patrones y comportamientos sospechosos, y tomar decisiones en tiempo real.
A continuación, explicamos algunos de los motivos por los que la IA es una herramienta fundamental para prevenir los fraudes financieros.
La IA es capaz de dar un seguimiento a las transacciones financieras en tiempo real y tomar decisiones instantáneas. En general, puede comparar cada transacción con un conjunto de reglas y criterios predefinidos para determinar su legitimidad.
Por ejemplo, si se detecta una transacción sospechosa, la IA puede bloquearla o requerir una autenticación adicional antes de procesarla. Esto permite una respuesta rápida y eficiente ante posibles fraudes.
Uno de los principales desafíos de las entidades financieras es saber cómo verificar la identidad de sus clientes. Y aquí la IA desempeña un papel fundamental, al proporcionar soluciones más rápidas, precisas y seguras.
Entre sus principales funcionalidades se encuentra la posibilidad de acceso mediante reconocimiento facial o biometría de voz, que utiliza patrones para identificar las características de cada usuario y así detectar accesos sospechosos a las webs de las entidades bancarias.
Por último, la IA también puede ayudar a que las entidades puedan cumplir con los requisitos legales, analizando sus documentos de identidad, como el DNI, el pasaporte o el permiso de conducir, para detectar características de seguridad y validar la autenticidad de los documentos presentados por el usuario.
En España, en 2021 se puso en marcha la Ley 11/2021, de 9 de julio, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, de transposición de una de las Directivas Europeas más importante en materia de lucha contra el lavado del dinero. Esta normativa sentó las bases para reducir el fraude fiscal en todo lo que tiene que ver con las transacciones financieras, imponiendo una serie de estrictas normas para limitar al máximo este tipo de operaciones.
La IA puede desempeñar un papel importante en la prevención de las normas anti lavado de dinero (AML, por sus siglas en inglés) al proporcionar herramientas avanzadas para analizar grandes volúmenes de datos y así detectar patrones y actividades sospechosas. En este sentido, la IA puede conocer rápidamente todos los detalles para cumplir con la legislación.
El objetivo es automatizar tareas de cumplimiento normativo, tales como la revisión de documentos, la identificación y seguimiento de transacciones sospechosas, y la generación de informes requeridos por las autoridades reguladoras. Esto ayuda a acelerar los procesos de cumplimiento, reducir errores humanos y detectar actividades de lavado de dinero que podrían pasar desapercibidas.
El fraude financiero está cada vez más sofisticado y, por tanto, requiere de análisis cada vez más complejos pero que, al mismo tiempo, den una respuesta ágil a estos problemas. Los sistemas y las leyes han ido siempre por detrás de la evolución de la delincuencia financiera, lo que ha provocado que estos delitos, lejos de ponerles coto, hayan aumentado cada vez más. Ante estas circunstancias, las autoridades demandan respuestas mucho más rápidas y precisas con el objetivo de prevenir el fraude. Y aquí es precisamente donde la IA puede ser de gran ayuda.
Al ser capaz de analizar e interpretar grandes volúmenes de información casi en tiempo real, es capaz de detectar conductas anómalas para comunicárselo a las autoridades en un periodo de tiempo reducido.
Además, puede incluso prevenir futuros delitos financieros incluso antes de que se produzcan, al más puro estilo Minority Report. Al analizar las conexiones y relaciones entre diferentes entidades financieras, como cuentas bancarias, empresas y personas, puede identificar redes de lavado de dinero y dar una respuesta inmediata. Al detectar patrones de comportamiento inusuales o conexiones inesperadas, la IA puede ayudar a las instituciones financieras a prevenir y desmantelar esquemas de lavado de dinero.
KYC (Know Your Customer, por sus siglas en inglés) es un proceso utilizado por las instituciones financieras y otras entidades para verificar y confirmar la identidad de sus clientes. El objetivo principal del KYC es prevenir el lavado de dinero, la financiación del terrorismo y otros delitos financieros al asegurarse de que las transacciones se realicen de manera legítima y transparente.
Se trata de un proceso que, tradicionalmente, las entidades han llevado de forma totalmente manual, lo que puede ser lento, costoso y propenso a errores. Y aquí es donde la IA puede desempeñar un papel importante para ayudar a solucionar estos desafíos.
Por un lado, porque la IA puede automatizar gran parte del proceso de KYC, utilizando algoritmos para recopilar, verificar y analizar la información relevante de los clientes. También porque mejora la precisión de los controles de KYC al reducir errores humanos y sesgos, lo que ayuda a las instituciones financieras a cumplir con los requisitos regulatorios de manera más rápida y eficiente, lo que a su vez mejora la experiencia del cliente al reducir los tiempos de espera.
A medida que la IA se vuelve más popular en la prevención de fraudes financieros, surgen importantes consideraciones éticas que deben abordarse. Si bien la IA ofrece beneficios significativos, también plantea desafíos y preocupaciones que requieren una atención cuidadosa.
A continuación, exploraremos algunas de las consideraciones éticas y los desafíos de implementación asociados con el uso de la IA en la prevención de fraudes financieros.