En la actualidad, la digitalización se ha convertido en un aspecto fundamental para todas las empresas, sean del tamaño que sean, ya que permite optimizar sus procesos, mejorar la eficiencia y reducir los costes. Y uno de los ámbitos que más y mejor beneficiado se ha visto por este nuevo paradigma digital es, sin duda, la tesorería.
Pero lo que quizá mucha gente no sabe es que, además, la digitalización es una aliada para detectar y prevenir los fraudes, especialmente a nivel financiero. Y esto, en una sociedad donde los ciberataques son cada vez más frecuentes, es una necesidad para cualquier compañía, más que un valor añadido.
Por eso, a continuación, explicaremos cómo la digitalización de la tesorería puede ser una buena aliada para evitar los fraudes y cómo desarrollarlo en tu día a día.
La digitalización de la tesorería es un proceso cuyo objetivo es el de automatizar y simplificar los procesos financieros de una empresa, especialmente en todo lo que se refiere al manejo del efectivo. Esta transformación permite gestionar de manera eficiente todo lo que tiene que ver con la gestión de la liquidez y de los pagos, eliminando los procesos manuales que antes podían ser propensos a errores y, por supuesto, reduciendo fraudes.
Pero esta transformación no podría ser completa sin dar la importancia a la ciberseguridad y a la prevención del fraude. Por suerte, los responsables de las compañías son cada vez más conscientes de esta necesidad. Según el informe “Digital Trust Survey 2022” de PwC, durante el año pasado, el 70% de las compañías ha aumentado sus inversiones en ciberseguridad, frente al 55% de 2021, fundamentalmente por el miedo a un ataque cibernético.
Una de las principales ventajas de la digitalización es que contribuye a reducir y evitar fraudes en la gestión de esta importante área, por las siguientes razones:
La digitalización de la tesorería se ha convertido en una herramienta muy útil para evitar los fraudes financieros. Para ello, utiliza una serie de técnicas y procedimientos que están muy de actualidad y que, sin duda, tiene aplicaciones muy interesantes en el ámbito de la prevención del fraude.
El big data es un término que se refiere a la gestión y el manejo de grandes y complejos volúmenes de datos que se generan a través de diferentes fuentes, como la actividad en las redes sociales, el comercio electrónico, la geolocalización o el Internet de las cosas (IoT), entre otras. Estos datos se caracterizan por su gran volumen, velocidad y variedad, lo que hace que sean difíciles de manejar y analizar utilizando herramientas tradicionales de gestión de datos.
Las herramientas que hacen uso del big data ofrecen y analizan grandes cantidades de información valiosa que puede ser utilizada para mejorar la toma de decisiones empresariales, especialmente en lo que a detección del fraude se refiere.
Gracias a la posibilidad de analizar grandes volúmenes de información en tiempo real, se pueden detectar patrones y comportamientos sospechosos para anticipar posibles fraudes. Además, en caso de que el fraude ya haya sido realizado, el big data también permite identificar la fuente del problema rápidamente para tomar las decisiones oportunas.
La inteligencia artificial se ha convertido en una de las grandes revoluciones tecnológicas del siglo XXI. Herramientas como ChatGPT o MidJourney han facilitado el trabajo a mucha gente como nunca antes habíamos imaginado y, al mismo tiempo, casi han sustituido o complementado algunas profesiones.
La IA puede ayudar a identificar patrones de comportamiento inusuales y a tomar medidas preventivas antes de que ocurran fraudes financieros. Para ello, utiliza algoritmos de aprendizaje automático que aprenden de los patrones en los datos históricos para poder predecir comportamientos futuros y detectar posibles fraudes.
Por ejemplo, la IA puede analizar los patrones de gasto de una empresa y compararlos rápidamente con los datos de la industria para detectar cualquier transacción inusual o gasto fuera de lo común. También puede monitorear continuamente las transacciones financieras y alertar a los equipos de tesorería cuando se detecte alguna actividad inusual.
Asimismo, la IA puede utilizar el análisis de riesgos en tiempo real para identificar los riesgos financieros antes de que se produzcan mayores pérdidas, proporcionando medidas preventivas para evitar la ocurrencia de fraudes financieros.
El blockchain es una tecnología que permite el registro y verificación de transacciones financieras de forma segura y transparente. Cada transacción es validada y registrada en una red descentralizada de computadoras, y la información se almacena de forma inmutable, lo que significa que una vez que se ha registrado una transacción, no se puede cambiar ni manipular.
Su uso más popular es, sin duda, el Bitcoin, pero sus aplicaciones van mucho más allá, en ámbitos que van desde el campo sanitario o la educación, pasando, por supuesto, por el sector financiero y de tesorería.
Pero, además, el blockchain es también una herramienta muy útil e interesante para la prevención del fraude en la gestión de la tesorería. Por ejemplo, las empresas pueden utilizar el blockchain para rastrear y verificar el historial de las transacciones financieras y garantizar que la información se mantenga segura y sin manipulación.
Además, el blockchain también puede proporcionar una mayor transparencia en las transacciones financieras, lo que puede ayudar a prevenir fraudes y errores en la tesorería. La tecnología también puede ofrecer un mayor nivel de seguridad al proteger las transacciones financieras con algoritmos de encriptación y autenticación, lo que puede dificultar la manipulación de los datos financieros.
En la actualidad, no se entiende la digitalización de una empresa sin una inversión más o menos importante en ciberseguridad. De hecho, muchos de los ciberataques más habituales se habrían podido prever con una apuesta más decidida en este importante área informática.
Las herramientas de ciberseguridad son fundamentales para prevenir el fraude en la gestión de la tesorería, ya que permiten proteger los sistemas informáticos y los datos financieros de las empresas de posibles ataques cibernéticos.
Existen diversas herramientas de ciberseguridad que pueden ayudar a prevenir el fraude en la gestión de la tesorería. Algunas de las más importantes son:
La digitalización de la tesorería evita fraudes financieros al utilizar tecnología avanzada, como el manejo del big data y la IA. Al automatizar procesos y mejorar la eficiencia en la gestión financiera, las empresas pueden reducir el riesgo de errores humanos y detectar fraudes financieros de manera temprana. La digitalización de la tesorería es una inversión rentable que puede ahorrar tiempo y recursos, además de mejorar la eficiencia en la gestión financiera de las empresas.