En un mundo donde la tesorería corporativa se entrelaza cada vez más con la tecnología digital, el año 2024 se erige como un punto crítico en la lucha contra un enemigo invisible pero devastador: los ciberataques. En este sentido, la ciberseguridad, que hasta hace poco tiempo era un término relegado a los departamentos de TI, se ha catapultado al centro del escenario financiero como una preocupación mayúscula.
Los ataques se han sofisticado de una manera sin precedentes, empleando tácticas avanzadas que desafían incluso los sistemas de seguridad más robustos. Con la inteligencia artificial y el aprendizaje automático en su arsenal, los ciberdelincuentes están creando amenazas que evolucionan constantemente, capaces de burlar las defensas tradicionales y poner en jaque la integridad financiera de las empresas.
Ante estas circunstancias, la ciberseguridad continuará siendo una de las principales preocupaciones de los tesoreros y equipos financieros en 2024, especialmente en algo tan sensible como es la gestión de la liquidez. Las empresas tendrán que adaptarse a este entorno de amenazas en constante evolución, priorizando inversiones en sistemas de seguridad avanzados y adoptando un enfoque integral que incluya tanto la tecnología como la formación del personal.
El informe "State of Cybersecurity 2023", elaborado por ISACA revela una creciente preocupación en el ámbito de la ciberseguridad, ya que los ciberdelincuentes se encuentran cada vez más activos. En concreto, un 48% de las organizaciones informaron un aumento en los ataques cibernéticos en comparación con el año anterior.
En este contexto, el informe "EY 2023 Global Cybersecurity Leadership Insights", que analiza la situación en 25 países, muestra que las organizaciones enfrentan en promedio 44 incidentes cibernéticos significativos al año. Resalta, además, que aproximadamente el 75% de estas organizaciones tardan seis meses o más en detectar y responder a un incidente de ciberseguridad.
Esta realidad es especialmente preocupante en el caso de los departamentos financieros de las empresas, debido a la digitalización acelerada de las operaciones financieras, al manejo de datos financieros críticos y por ser un objetivo especialmente atractivo para los ciberdelincuentes. Esto incrementa la exposición a ciberdelincuentes.
Por estas razones, la ciberseguridad se ha convertido en una preocupación creciente para los equipos financieros debido a la digitalización acelerada de las operaciones financieras, lo que incrementa la exposición a ciberataques. Además, el aumento de sofisticación en los métodos de ataque y la evolución constante de las amenazas cibernéticas exigen una atención y protección especializada de prevención y ciberseguridad para asegurar la integridad y confidencialidad de la información financiera.
En línea con esta creciente demanda de seguridad, el "Diagnóstico de Talento en Ciberseguridad" del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) destaca un aumento significativo en la necesidad de profesionales especializados en el campo. Para este 2024, se proyecta que en España, la demanda de expertos en ciberseguridad superará los 83.000 puestos de trabajo, resaltando la importancia creciente de esta área en el panorama empresarial actual.
En 2024, las empresas enfrentarán riesgos de ciberseguridad cada vez más complejos y variados, aunque no muy diferentes a los de años pasados. Los ciberataques serán más sofisticados, aprovechando las vulnerabilidades emergentes en tecnologías avanzadas. La preocupación se centrará en los siguientes riesgos:
La tesorería es uno de los departamentos más importantes y con la información más sensible de cualquier empresa. El control del efectivo, el acceso a las cuentas bancarias empresariales y cierta información sobre clientes y proveedores hacen de esta una función esencial que necesita ser protegida de manera especial.
Esto hace que sea imprescindible establecer estrategias de ciberseguridad avanzadas en la tesorería. Algunas de las acciones más relevantes para conseguirlo son los siguientes:
Adoptar una plataforma de tesorería en la nube, como Embat, es una decisión estratégica clave para las empresas, especialmente en todo lo que tiene que ver con la gestión del efectivo.
Este tipo de plataformas SaaS (acrónimo de Software as a Service) no solo optimizan las operaciones financieras y la gestión de la liquidez, sino que también fortalecen la protección de datos sensibles. Al hacerlo, incorporan funcionalidades vitales para la seguridad de la información, tales como encriptación robusta de datos y controles de acceso. Además, garantizan la integridad y seguridad de la información financiera, un aspecto crítico en un entorno donde los ciberataques son cada vez más sofisticados.
Algunos de los principales motivos por los que apostar por este tipo de aplicaciones son:
En definitiva, al mirar hacia el futuro en el campo de la tesorería, la mayoría de responsables de los departamentos financieros destacan la ciberseguridad como una preocupación primordial.
La digitalización acelerada y la creciente adopción de tecnologías financieras han aumentado la eficiencia y la conveniencia, pero también han ampliado el espectro de riesgos cibernéticos.
Las empresas deben estar atentas y proactivas, invirtiendo en soluciones robustas de seguridad en la nube, capacitando a su personal en mejores prácticas de seguridad y manteniendo una vigilancia constante contra las amenazas emergentes.