La directiva europea PSD2 lleva la gestión de tesorería a la digitalización, permitiendo a los equipos financieros potenciar su rol estratégico dentro de la organización. Te detallamos 6 ventajas del open banking.
El open banking y la digitalización de la tesorería va abriéndose hueco entre el tejido empresarial. Sirva como botón de muestra un estudio referido a Europa que pone de manifiesto que el gasto entre los directivos financieros se incrementó en 2021, así lo reconoció el 47% de los participantes en dicho estudio elaborado por la plataforma de open banking, Tink. O este otro, que calcula que el número de APIS podría aumentar desde los 200 millones actuales a 1.700 millones en 2030, según un informe del fabricante de aplicaciones F5 sobre los desafíos y oportunidades en una economía impulsada por estos conectores, que señala que son un “motor económico” y un “factor crítico de éxito para las empresas”.
De la mano de PSD2, se abre la puerta a la modernización de la operativa de los equipos financieros para evolucionar del Excel y las transferencias de ficheros a programas de automatización a través del mundo APIs, interfaces de programación de aplicaciones abiertas convertidas en la llave que abre la puerta a una doble conectividad: la de terceras empresas con los datos bancarios de una compañía y la de la nube que, a su vez, da paso a todo un abanico de soluciones de software avanzando en el universo Cloud.
Las APIs bancarias van mucho más allá de procesos de pagos, permiten visualizar las posiciones de caja y extractos bancarios en tiempo real y mejorar y acelerar sustancialmente los procesos de contabilidad de la mano de terceros partners. Si, además, estos están conectados a la nube, esta optimización llega a un nivel superior. Veamos cuáles son las ventajas de trabajar con una solución en Cloud:
La gestión automatizada de la tesorería evita la tediosa tarea de entrar en cada uno de los bancos para descargar los movimientos. Con una solución avanzada, se pueden agregar todas las cuentas bancarias en una sola pantalla centralizando la visualización de los movimientos de caja de manera instantánea y dando mayor seguridad y confiabilidad. Al mismo tiempo, realiza la conciliación bancaria, proporciona un reporting automatizado y autocategorizado, seguridad en los pagos y cobros y aporta funcionalidades muy útiles como el pool bancario, el cash pooling o cambios de divisas.
La proliferación de las APIs ha permitido la hiperconectividad entre todo el suite financiero tecnológico de los equipos financieros, los cuales tienden cada vez más a la integración de soluciones específicas para cada necesidad concreta y confían en sus partners de ERP, tesorería, CRM, bancario, etc.
Gracias a estas interfaces, cada actor juega su papel y aporta la información y outputs en la cadena de valor, transfiriendo los datos al resto de software. Adicionalmente, las APIs permiten grandes ahorros en los procesos de implementación, permitiendo una mayor estandarización de procesos. Ello contribuye a que empresas de mediano y gran tamaño que, en el pasado no pudieron costear grandes implementaciones, hoy puedan integrar soluciones novedosas a unos niveles de inversión más razonables.
Hasta un 70% de tiempo se pueden ahorrar los equipos financieros en tareas operativas de gestión de la tesorería, tiempo que se puede invertir en nuevas propuestas de valor con soluciones innovadoras o mayor personalización de servicios. A nivel de costes, basta con pensar en las comisiones que se pueden reducir o, en el mejor de los casos, eliminar al realizar procesos bancarios a través de estas nuevas soluciones del mundo APIS.
Lo anterior contribuye a detectar eventuales fraudes, bien por la automatización y la analítica de los datos; bien por el aumento del tiempo disponible en los equipos a tareas de valor añadido en detrimento de las rutinarias.
A todas luces, la recopilación de los movimientos de diferentes cuentas bancarias entrando una a una e introduciéndolos de forma manual está sujetas a un porcentaje de error humano. Algo que no solo es costoso a nivel operativo, sino personal.
Gracias a ese control instantáneo de las posiciones consolidadas de caja y de deuda y con el cruce de datos históricos se pueden planificar escenarios de liquidez. Algo muy valorado por los CFOs, ya que la elaboración de las previsiones requiere más de una semana de recopilación de datos.
Como se puede observar, este nuevo modelo de trabajo presenta ventajas muy superiores a la tradicional metodología al calor de la Norma 43. Especialmente, aquella referida al decalaje. Tal y como se ha señalado, a través de soluciones en la nube la información suministrada es en tiempo real. Asimismo, la fotografía del estado de las posiciones es más dinámica y versátil.
Sin duda, tras la pandemia las soluciones tecnológicas de gestión de tesorería han mejorado sus funcionalidades en respuesta a los desafíos que ha puesto de manifiesto la Covid-19 en la liquidez del tejido empresarial, haciendo que los equipos financieros ganen mayor protagonismo en el control del flujo de caja. Para ello, es necesario pasar a un siguiente nivel con soluciones tecnológicas que lleven la gestión de la tesorería a la Industria 4.0 y con las que mejorar la toma de decisiones y ayudar al negocio a ganar en competitividad, eficiencia y rentabilidad.