El capital circulante es uno de los conceptos más importantes a la hora de hacer un análisis financiero de una empresa. De hecho, junto a la tesorería de la empresa, es el principal aspecto a valorar en términos financieros.
Para comprender mejor en qué consiste, en este artículo vamos a explicarte qué es el capital circulante, cómo mejorarlo y cómo influye en la liquidez de la empresa.
El capital circulante o activo circulante es el conjunto de bienes y derechos de una empresa que se pueden convertir en dinero a corto plazo (es decir, en un periodo menor a un año).
Dicho de otra forma, es el dinero del que la empresa puede disponer en cualquier momento, razón por la cual, suele utilizarse para afrontar los gastos cotidianos y los créditos a corto plazo.
Las características que destacan en el capital circulante son las siguientes:
Para una empresa resulta de vital importancia gestionar de forma adecuada su activo circulante, porque de este modo se asegura tener dinero líquido en todo momento. Y para ello debe tener en cuenta dos aspectos fundamentales:
✅ El capital circulante de un negocio forma parte esencial de la financiación en sus transacciones. Ahora bien, para saber si la actividad financiera de una empresa es a corto o a largo plazo, hay que analizar no solo su capital circulante, sino también su liquidez.
Cuando el activo circulante varía, la tesorería de la empresa se ve afectada. Veamos algunos ejemplos de en qué manera puede afectar el fondo de maniobra a la tesorería.
Cuando una empresa gestiona su activo circulante de manera correcta, mejora su fondo de maniobra, que es el capital permanente con el que la empresa puede realizar su actividad en el corto plazo. Como veremos a continuación, el fondo de maniobra puede ser positivo, negativo o igual a cero, y cada uno de estos resultados tiene una traducción muy concreta en el estado financiero de la empresa.
Para calcular el capital circulante hay que seguir la siguiente fórmula:
Capital circulante= activo corriente - pasivo corriente
Hay que tener en cuenta que:
Pues bien, una vez calculado el capital circulante, sabremos cuál es el fondo de maniobra que tiene una empresa:
✅ En este caso la situación financiera de la empresa es buena, pudiendo hacer frente a sus inversiones no solo a corto, sino también a largo plazo.
El superávit permite cubrir todo el ciclo operativo del negocio, que tiene suficiente margen en lo que flujo de caja se refiere.
Sin embargo hay que estar pendiente, porque si el resultado es positivo pero el fondo de maniobra es muy bajo, la empresa puede tener problemas en caso de que surja algún imprevisto económico. Además, no es muy aconsejable que una empresa tenga demasiado superávit en el capital circulante, ya que esto significa que no está siendo eficaz a la hora de convertir sus activos en ingresos. Por otra parte, aunque el fondo de maniobra sea positivo, no hay que perder de vista su evolución, porque si el fondo de maniobra tiende a descender, hay algún problema que se debe corregir para que no se convierta en capital circulante negativo.
❌ Esto significa que la empresa no cuenta con suficientes recursos financieros para hacer frente a sus inversiones.
Cuando el capital circulante está en este nivel, se considera que la empresa se encuentra descapitalizada.
Este resultado pone en riesgo incluso a las empresas rentables, porque si se mantiene en el tiempo la falta de liquidez, el negocio puede acabar en una situación de morosidad e incluso en la quiebra.
Si el resultado de calcular el capital circulante da igual a 0, quiere decir que la empresa tiene recursos para cubrir sus inversiones a largo plazo, pero no para afrontar su ciclo de funcionamiento completo. Por lo tanto, este resultado da un cierto margen mínimo al que se debe llegar en todo caso, pero no es la situación ideal para un negocio.
Para evaluar el activo y el pasivo circulante es necesario estudiar cada caso concreto.
Pero de forma general, se puede aumentar la liquidez al reducir los pagos de plazo de las facturas pendientes de cobrar a los clientes y aumentar los plazos de pago de las facturas pendientes (siempre que ello no conlleve el pago de comisiones o intereses).
✅ Cuando el fondo de maniobra es positivo y está equilibrado, aumenta la liquidez, de forma que la empresa puede financiarse sola en sus operaciones a corto plazo. De ahí la importancia de llevar al día la contabilidad de los negocios y resultado del capital circulante. Tan solo de esta forma se pueden tomar decisiones para mejorar la situación financiera de la empresa.
Los elementos del capital circulante son el capital permanente y el capital de trabajo. El capital circulante mide los recursos estables que el activo fijo no utiliza, y que es dinero disponible para cubrir los gastos normales de la empresa mientras espera los pagos de los clientes.
Una vez que se pone en funcionamiento una empresa, se le da un capital, que es el dinero que entrará a formar parte de sus arcas. Y conforme el negocio avanza, obtiene una serie de beneficios con los que se pueden incrementar los recursos disponibles. En último lugar se puede solicitar un préstamo a largo plazo, que es otra forma de tener dinero disponible en el largo plazo.
Todos estos recursos son los que conforman el capital permanente, ya que la empresa dispone de ellos a largo plazo y no se van a devolver de forma inminente.
Estos recursos también forman parte del patrimonio o los fondos propios como conceptos contables.
Por otra parte, los activos fijos son los elementos del patrimonio de la empresa que tienen que permanecer en ella de manera permanente. Estos activos reflejan el valor de las herramientas de trabajo de la empresa, como pueden ser patentes, maquinaria, etc.
El Plan General Contable recoge el activo circulante, cuyas principales cuentas son las siguientes:
Esto es todo lo que debes saber sobre el activo circulante y su incidencia en la liquidez de una empresa.
Si tienes alguna duda relacionada con este tema, no dudes en consultarnos lo que necesites en los comentarios.