En el mundo “digital” actual, el rol del CFO se extiende mucho más allá de la propia gestión financiera de la compañía, asumiendo funciones cada vez más estratégicas, donde una activa gestión analítica de los datos, le permite obtener información que sirve para “retroalimentar” el proceso de innovación y de esta manera, impulsar el crecimiento sostenible de la organización.
Es así como lo financiero se interrelaciona de forma directa con el negocio y, por lo tanto, con la estrategia de la compañía, donde no deja de ser el CFO el encargado de impulsar el crecimiento dentro de la organización, identificando oportunidades, como así también anticipándose a los retos que se avecinan en el futuro.
La evolución de su rol no puede ser explicada sin considerar los avances tecnológicos, donde un buen uso de las diferentes soluciones existentes, combinado con el conocimiento que posee del negocio y de sus riesgos asociados, incorpora un factor diferencial a su figura, que no deja de ser aquello que lo distingue de las demás áreas de la compañía.
Podemos decir que la tecnología no deja de ser su mejor “aliada”, y más aún si nos referimos al análisis de los datos (data analytics), gestión que le permite identificar tendencias, oportunidades y riesgos de negocio, que de otra forma serían muy difíciles de detectar.
Lo mismo, con la posibilidad de reconocer aquellas tareas o procesos ineficientes y así lograr un potencial ahorro de costes y tiempos, algo que, por cierto, excede el ámbito del área financiera, alcanzando a todas las áreas de la organización.
De esta manera, el poder convertir grandes volúmenes de datos en insights valiosos para la organización, facilita y permite una mejor toma de decisiones y más aún cuando nos referimos a temas estratégicos.
Así, la adopción de nuevas tecnologías, no solo mejora cualquier tipo de previsiones de tesorería a realizar, sino que también optimiza el trabajo, posicionando a las organizaciones ante un crecimiento sostenible en el tiempo.
Vale destacar que para que se produzca una verdadera transformación empresarial, incorporar nuevas tecnologías, resulta una condición necesaria, pero no suficiente, ya que lo importante, es que se encuentren alineadas con los objetivos estratégicos de la compañía.
Pero no solo debemos considerar el aspecto tecnológico, debido a que una de las funciones principales del CFO, no deja de ser la de crear una cultura organizacional que fomente, en todo momento, la innovación y la creatividad.
Es aquí donde el Director Financiero juega un papel crucial, puesto que debe de asegurar que las inversiones en innovación produzcan un valor económico en el tiempo. No hay que olvidarse que innovar no es un “problema” de ideas, sino más bien de su puesta en práctica y de una correcta asignación de los recursos existentes.
En este contexto, una plataforma de gestión de tesorería permite al CFO tomar decisiones con una mayor comprensión de la capacidad financiera real de la compañía. No se trata solo de automatizar, sino de contar con una base sólida de información —estructurada, actualizada y accesible— que le ayude a evaluar si una iniciativa puede sostenerse en el tiempo, cómo se alinea con las previsiones de liquidez y qué implicaciones tiene sobre el resto de la estructura financiera. Así, la gestión de la tesorería deja de ser un ejercicio aislado para integrarse, de forma natural, en el proceso de toma de decisiones estratégicas vinculadas a la innovación.
A la vez, forman parte de sus funciones el gestionar el riesgo asociado a cada uno de los proyectos de innovación a realizar, potenciando el retorno de los mismos, como así también mitigando la ocurrencia de posibles pérdidas.
Esta nueva realidad implica para el CFO la incorporación de nuevos conocimientos, donde ya no es necesario saber “mucho de poco” (finanzas), sino más bien “poco de mucho”, lo que le exige estar al tanto de las últimas tendencias tecnológicas, para de esta manera, poder aprovechar aquellas soluciones que mejoren la eficiencia en la organización, como así también la toma de decisiones.
Por tanto, combinar eficazmente innovación con soluciones tecnológicas estratégicas, se ha convertido en una función clave del CFO, donde su experiencia adquiere relevancia en las decisiones a adoptar, ante la rápida evolución del entorno empresarial actual.
Es por esto que debe de estar preparado para ajustar los planes rápidamente a los cambios que se vayan produciendo, donde la capacidad de pivotar estratégicamente ante una nueva “hoja de ruta”, exige visión, información precisa y la capacidad de adoptar nuevas decisiones sin pérdida de tiempo.
En resumen, una eficiente gestión en el análisis de datos, permite impulsar la innovación y así mejorar la toma de decisiones estratégicas en la organización, facilitando al CFO el poder “transformar” su función desde una perspectiva tradicionalmente reactiva a una totalmente proactiva, enfocada en la creación de valor sostenible en el tiempo.