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Gestión de tesorería
Finanzas

Flujo de caja directo y flujo de caja indirecto: ventajas y desventajas

August 21, 2024

El flujo de caja es una de las herramientas más importantes para la gestión financiera de una empresa. Permite evaluar la liquidez, la capacidad para cubrir deudas y planificar inversiones futuras. 

Pero no existe un flujo de caja único. En realidad, existen dos métodos principales para calcular el flujo de caja: el flujo de caja directo y el flujo de caja indirecto

Cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas, y es fundamental entender cuándo y cómo utilizar cada método para una gestión financiera eficaz.

Vamos a analizar cada uno de ellos, con sus principales ventajas y sus desventajas.

¿Qué es el flujo de caja directo?

El flujo de caja directo es una metodología utilizada para calcular el efectivo neto generado o utilizado por una empresa durante un período determinado, registrando específicamente todas las entradas y salidas de efectivo. 

A diferencia del método indirecto, que se basa en ajustes contables, el método directo se centra en las transacciones de efectivo reales, proporcionando una visión clara y detallada de los flujos de efectivo operativos. 

Este método se utiliza de manera habitual para crear un estado de flujo de efectivo y permite a las empresas comprender mejor su liquidez y su capacidad para cubrir sus obligaciones a corto plazo.

El flujo de caja directo es comúnmente utilizado en organizaciones donde el seguimiento preciso de las entradas y salidas de efectivo es fundamental, como en pequeñas empresas, startups o empresas que manejan grandes cantidades de efectivo en sus operaciones diarias, como los supermercados y las grandes superficies.

Al basarse en transacciones reales, este método elimina las posibles distorsiones contables, proporcionando una visión transparente de la situación financiera de la empresa.

Cómo funciona el flujo de caja directo

El método directo de flujo de caja funciona al identificar y registrar todas las fuentes de ingresos y todos los pagos de efectivo realizados durante un período específico. 

Este enfoque requiere un seguimiento constante de las transacciones de efectivo, lo que implica registrar cada entrada y salida de dinero de manera detallada y cronológica. 

Se calcula sumando todas las entradas de efectivo y restando todas las salidas de efectivo. Este resultado muestra la cantidad neta de efectivo generada o utilizada por las operaciones de la empresa durante el período considerado.

Por ejemplo, si una empresa recibe 50.000 € en ventas en efectivo y 10.000 € de cobros de cuentas por cobrar, pagando 20.000 € a proveedores y 15.000 € en sueldos, su flujo de caja neto sería:

Flujo de caja neto directo = 50.000 + 10.000 - 20.000 - 15.000 = 25.000 €

Ventajas y desventajas del flujo de caja directo

Las principales ventajas del flujo de caja directa son las siguientes:

  • Mayor precisión en la proyección de flujos de efectivo: este método permite registrar y analizar cada transacción de efectivo a medida que ocurre, ofreciendo una imagen clara y precisa del flujo de caja.
  • Identificación de las fuentes y usos de efectivo: esta metodología proporciona una visión detallada de dónde proviene el efectivo y en qué se está gastando, lo que ayuda a la dirección a tomar decisiones más informadas sobre la asignación de recursos.
  • Facilita la gestión de la liquidez a corto plazo: dado que el flujo de caja directo proporciona información en tiempo real, las empresas pueden monitorear constantemente su posición de efectivo, asegurándose de que siempre tengan suficiente liquidez para cumplir con sus obligaciones inmediatas.
  • Conformidad contable: en algunas jurisdicciones, se exige el uso del método directo para la presentación de informes financieros, especialmente para entidades del sector público o grandes corporaciones. Utilizar este método asegura el cumplimiento con las normativas contables y legales vigentes.

Entre las desventajas se encuentran las siguientes:

  • Mayor complejidad y tiempo de preparación: Preparar un flujo de caja directo puede ser más complicado y laborioso, ya que requiere un seguimiento constante y detallado de todas las transacciones de efectivo.
  • Necesidad de un sistema de contabilidad robusto: la implementación eficaz del método directo a menudo requiere un sistema contable avanzado que pueda registrar y reportar transacciones de efectivo con precisión. Esto puede representar un desafío, especialmente para pequeñas empresas que no cuentan con los recursos tecnológicos adecuados.
  • Requiere un seguimiento más detallado de las transacciones diarias: para mantener la precisión del método directo, es necesario realizar un seguimiento exhaustivo de cada transacción de efectivo, lo que puede ser un desafío logístico, especialmente en organizaciones grandes o complejas. Esto aumenta el riesgo de errores humanos.
  • Adaptabilidad limitada: el método directo puede no ser adecuado para todas las empresas, especialmente aquellas con operaciones financieras complejas o multinacionales que prefieren un enfoque más general para gestionar sus finanzas. Además, en sectores donde los movimientos de efectivo son menos frecuentes o predecibles, el método indirecto podría ser más conveniente.

¿Qué es el flujo de caja indirecto?

En contraposición con el flujo de caja directo se encuentra el flujo de caja indirecto.

A diferencia del método anterior, el flujo de caja indirecto parte del resultado contable neto (normalmente, los beneficios netos de la empresa), y se ajusta para reflejar las transacciones que no involucran efectivo, así como los cambios en las cuentas del balance que afectan el efectivo. 

El método indirecto se basa en la idea de que la beneficio neto de una empresa no necesariamente refleja la cantidad de efectivo que realmente ha ganado o gastado. Esto se debe a que las normas contables incluyen diversos ajustes que no implican movimientos de efectivo, como la depreciación, amortización, provisiones y cambios en las cuentas por cobrar y por pagar. El flujo de caja indirecto toma en cuenta estos ajustes para proporcionar una visión más cercana a la realidad del efectivo disponible.

Este método es particularmente útil para proporcionar una visión a largo plazo de la capacidad de una empresa para generar efectivo a partir de sus operaciones y financiar sus actividades futuras, ya que muestra cómo se ajusta la beneficio neto para reflejar los movimientos de efectivo reales.

Cómo funciona el flujo de caja indirecto

El método de flujo de caja indirecto sigue un enfoque sistemático para ajustar los beneficios netos en función de los movimientos de efectivo reales y no reales.

A partir de este, la fórmula para calcular el flujo de caja indirecto es la siguiente:

Flujo de caja neto (por el método indirecto) = Beneficio neto + Amortizaciones + Provisiones + Cuentas por pagar - cuentas por cobrar + inventarios + otros ajustes

Por ejemplo, una empresa con unos beneficios netos de 150.000 €, con €20.000 en depreciación y amortización, un aumento en cuentas por pagar de 5.000 €, y un aumento en cuentas por cobrar de 8.000 €, una disminución en inventarios de 3.000 €, un aumento en otros pasivos operativos de 2.000 € y una disminución en otros activos operativos de 4.000 €.

Utilizando la fórmula del flujo de caja indirecto, el flujo de caja neto generado por las operaciones de la empresa durante el período es de 176.000 €.

Ventajas e inconvenientes del flujo de caja indirecto

Las principales ventajas del flujo de caja por el método indirecto son las siguientes:

  • Simplicidad y facilidad de preparación: una de las principales ventajas del método indirecto es que se basa en la información contable ya disponible en el estado de resultados y el balance general. Esto significa que no es necesario registrar cada transacción de efectivo por separado, lo que simplifica el proceso de preparación del estado de flujo de caja.
  • Ahorro de tiempo: debido a que el método indirecto utiliza datos que ya han sido recopilados para otros fines contables, es menos laborioso en comparación con el método directo. Esto es especialmente ventajoso para empresas con un gran volumen de transacciones o recursos limitados para la contabilidad.
  • Mejor perspectiva a largo plazo: el método indirecto permite a las empresas tener una visión más amplia y estratégica de su capacidad para generar efectivo, ya que ajusta el beneficio neto para reflejar los cambios en los activos y pasivos operativos. Esto proporciona una mejor comprensión de cómo las operaciones, los cambios en el capital de trabajo y otros factores impactan la liquidez a lo largo del tiempo.
  • Facilita la auditoría: debido a su alineación con el estado de resultados y el balance general, el flujo de caja indirecto es más fácil de auditar, ya que permite una verificación más directa de las cifras contables.
  • Cumplimiento normativo: el método indirecto es ampliamente aceptado por los estándares contables internacionales (como las Normas Internacionales de Información Financiera, NIIF) y es preferido para la presentación de informes financieros, lo que facilita el cumplimiento de los requisitos legales y regulatorios.

Entre los inconvenientes, podemos destacar los siguientes:

  • Dependencia de ajustes contables: aunque también lo hemos destacado como una ventaja, el hecho de que el método indirecto se base en ajustes contables que, aunque son precisos desde una perspectiva financiera, no siempre reflejan con exactitud la cantidad de efectivo disponible en un momento dado. Esto puede llevar a una imagen distorsionada de la liquidez inmediata de la empresa, especialmente en situaciones donde la precisión del efectivo real es crítica.
  • Visión menos detallada: debido a que el método indirecto no proporciona un desglose detallado de las transacciones de efectivo, puede ser menos útil para la gestión diaria de la liquidez. Las empresas que necesitan un control preciso y en tiempo real del efectivo disponible pueden encontrar que el método indirecto no satisface sus necesidades operativas.
  • Ajustes no monetarios: los ajustes como la depreciación, amortización, y otros ajustes pueden hacer que una empresa parezca más saludable desde una perspectiva de flujo de caja de lo que realmente es. Por ejemplo, una alta utilidad neta ajustada por grandes depreciaciones podría sugerir un flujo de caja positivo, cuando en realidad la empresa está enfrentando dificultades de liquidez.
  • Comparación entre empresas: El método indirecto puede complicar las comparaciones entre empresas de diferentes industrias o con diferentes estructuras operativas. Esto se debe a que las políticas contables, como los métodos de depreciación o el manejo del capital de trabajo, pueden variar significativamente, afectando la consistencia y la comparabilidad del flujo de caja neto.

Flujo de caja directo o flujo de caja indirecto: ¿qué es mejor?

Para una empresa, la decisión entre utilizar el flujo de caja directo o el flujo de caja indirecto depende en buena medida de sus necesidades y del tipo de análisis financiero que se desee realizar. 

El flujo de caja directo es ideal para empresas que necesitan un control detallado y en tiempo real de sus flujos de efectivo, como pequeñas empresas o startups donde cada movimiento de efectivo es fundamental para la supervivencia operativa. 

Por su parte, el flujo de caja indirecto es más adecuado para empresas que buscan una visión más amplia y estratégica de su capacidad para generar efectivo a lo largo del tiempo. Además, al ser más fácil de preparar, es la opción preferida para grandes corporaciones o empresas con operaciones financieras complejas. 

En conclusión, no existe un método universalmente mejor, ya que la elección depende del contexto operativo de la empresa. Algunas empresas incluso optan por utilizar ambos métodos en diferentes escenarios para obtener una visión más completa de su situación financiera.

Sea cual sea la opción elegida, apostar por una solución integral de gestión de tesorería es una decisión que facilitará la optimización de los procesos financieros de la empresa, mejorando el control y la visibilidad de sus flujos de efectivo.

Toni
Berga
Co-CEO & Co-Founder @ Embat
Antonio Berga, Co-CEO y cofundador de Embat, cuenta con una trayectoria profesional consolidada en el sector financiero, donde se desempeñó como director ejecutivo de banca de inversión y banca comercial para empresas familiares en J.P. Morgan, tanto en España como en el Reino Unido. Actualmente, se enfoca en ayudar a CFOs y líderes financieros a transformar la tesorería corporativa en una herramienta estratégica que impulse el crecimiento de medianas y grandes empresas.

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