Es la propia tecnología, o mejor dicho, sus avances, lo que le ha permitido al CFO realizar un cambio relevante de su rol durante estos últimos años, enfocándose hacia una posición mucho más estratégica, que busca lograr generar un mayor valor en los aspectos relevantes del negocio, y que no se encuentra (solamente) enfocada en “explicar” lo que ha pasado.
En muchos casos ha sido el área financiera, quien mediante la adopción de diferentes tipologías de tecnología, ha dado el primer paso hacia la automatización y digitalización de sus tareas y procesos dentro de la organización, lo que le ha permitido “anticiparse” a todo lo relacionado con el “mundo” de la gestión de los datos.
Nos encontramos ante un nuevo gran reto que se denomina Inteligencia Artificial, en cualquiera de sus variantes, debido principalmente al impacto directo que esta tiene, tanto en relación con las tareas del equipo financiero, como en el resto de la compañía, permitiendo la conversión de datos en información estratégica para el negocio.
De lo que se trata es que el CFO pueda “extender” el proceso de cambio de sus funciones, desde un modelo de trabajo principalmente descriptivo (análisis del pasado) hacia uno predictivo (con foco en el futuro), reforzando así, su papel clave en la toma de decisiones.
Para esto, la tecnología en general y el uso de la Inteligencia Artificial en particular, le permitirá aprender cómo realizar un más eficiente análisis de datos y la identificación de los patrones de negocio que facilite la predicción del “futuro” de la compañía, permitiendo optimizar tanto las operaciones, como así también los ingresos y costes de la empresa.
Ahora bien, pasar del back al front, significa no solo saber donde se encuentra la organización en un momento determinado, sino que implica también conocer donde puede, o mejor dicho, donde debería estar en el futuro más cercano, por ejemplo, a un año vista.
Recién nos encontramos en los primeros pasos del cambio y si bien nadie puede afirmar cuáles serán las transformaciones definitivas, lo que queda claro es que la transición no deja de ser un camino con nuevos retos para el responsable del área financiera, ya que la tecnología por sí sola, por más disruptiva que esta sea, nunca es la solución.
Es por esto que es necesario contar con un equipo que disponga de las capacidades adecuadas de formación y de “transformación” de conocimientos & de hacer las cosas (upskilling/reskilling), puesto que será necesario el incorporar nuevos roles y capacidades que no existían hasta ahora, algo que excede los propios límites del área financiera, ya que impacta en la totalidad de la organización.
En la vanguardia de esta transformación, la integración de soluciones tecnológicas avanzadas como Embat, plataforma de gestión integral de tesorería en la nube, desempeña un papel crucial para los equipos financieros. A través de la implementación de la IA Generativa de Google Cloud en nuestra funcionalidad de contabilidad y conciliación bancaria automática, logramos automatizar más del 90% de los asientos contables, lo que se traduce en un ahorro de hasta 10 horas semanales para los equipos financieros y una notable reducción de errores contables. Este avance convierte la contabilidad y la conciliación bancaria en procesos estratégicos para el crecimiento de medianas y grandes empresas.
Para el propio CFO implica adquirir nuevas habilidades en lo referente al análisis de grandes volúmenes de datos en tiempo real (no solamente financieros), que le permitan identificar tendencias, oportunidades, lo mismo que aquellos riesgos inherentes al negocio, que de otra forma no podrían ser advertidos con cierta antelación.
Este proceso mejorará la propia toma de decisiones en la compañía, donde su aporte tenderá a ser cada vez más relevante. En otras palabras, el “camino” del CFO comenzará con un análisis de tipo predictivo, para avanzar hacia estados de situación de tipo predictivos y prescriptivos más precisos.
De esta forma, la posibilidad de “anticiparse al futuro” considerando como base a la propia evolución histórica de la compañía, facilitará la definición de los escenarios de negocio, retroalimentando el proceso en el tiempo, lo que le permitirá al CFO, pasar de ofrecer una imagen fija del pasado a ofrecer una dinámica y en continuo movimiento hacia lo que viene.
Eso sí, nunca hay que olvidarse que la propia adopción de la Inteligencia Artificial, deberá de ser asimilada como tal, algo que no deja de ser un proceso social, donde hay que considerar que la velocidad de cambio por parte de las personas es mucho más lenta a la de la propia tecnología.
En definitiva, la propia Inteligencia Artificial abre una nueva e importante oportunidad de cambio para el CFO, que le permitirá tender al desarrollo de un rol más predictivo, donde su mirada hacia lo que vendrá, reforzará su papel estratégico en la toma de decisiones de negocio.
¿Podrá la IA modificar significativamente el rol del CFO?