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CFO

El camino después de los primeros 100 días como CFO

January 8, 2025

Los primeros meses en el cargo de un CFO resultan decisivos, ya que le permiten establecer las bases para el desarrollo de un liderazgo exitoso en el futuro. Marcan el inicio de un recorrido que se espera extenso y a la vez complejo, donde la adaptación inicial debe dar paso al desarrollo de funciones más estratégicas.

De la "luna de miel" a la realidad operativa

Durante esta primera etapa, su dedicación debe orientarse en entender y aprender sobre la cultura organizacional de la compañía, así como en definir el modelo de gestión a llevar a cabo, que le permita enfrentar, con éxito, los diferentes retos que se presenten en el medio y largo plazo.

Asimismo, es clave adquirir un profundo conocimiento del modelo de negocio, identificando fuentes de ingresos, rentabilidad, estructura de costes y flujos de caja. También debe analizar los principales riesgos financieros y operativos que afectan la sostenibilidad de la compañía.

Una vez transcurridos lo que podríamos definir como "los primeros 100 días como CFO", es el momento de enfrentarse a la realidad operativa de la empresa. En esta fase deberá demostrar su capacidad de trabajo en la definición (en caso de que corresponda en dicho momento), ejecución y transformación de la estrategia de la compañía, tanto desde una perspectiva financiera como de negocio.

El CFO como el "arquitecto" de la estrategia financiera

Es el momento de asumir el rol que podríamos comparar con el de un “arquitecto”, en el sentido de que debe diseñar y construir la que será la estrategia de negocio a implementar, trabajando de forma conjunta y coordinada con el resto de las áreas de la compañía.

En esta fase, el CFO debe pasar de ser un “observador” a un “ejecutor”, implementando los cambios necesarios, según el conocimiento adquirido durante sus primeras semanas en el cargo.

Esto implica no solo realizar las gestiones ligadas a las funciones más “tradicionales” del área financiera, sino también involucrarse en el liderazgo de aquellas iniciativas que impulsen el crecimiento y la eficiencia de la organización.

En este sentido, el CFO se debe de convertir en el líder del cambio dentro de la empresa, tarea que debe llevar a cabo trabajando en equipo y alineado con el CEO, ya que no deja de ser su “partner natural” y figura de “contrapeso” en muchas de las decisiones que se deban de adoptar, con la misión de alcanzar los objetivos propuestos.

Además, no hay que dejar de lado que la propia evolución de su rol hacia el desarrollo de funciones cada vez más estratégicas, no puede explicarse sin considerar el uso de la tecnología, la que le ha permitido (y seguramente aún más en el futuro), liberar al área financiera de tareas manuales y repetitivas.

En este punto, contar con una plataforma integral de gestión de tesorería en la nube como Embat permite a los CFOs tener una visión clara y en tiempo real de la situación financiera de la empresa. Gracias a soluciones que automatizan procesos manuales y facilitan la toma de decisiones basadas en datos, el CFO puede centrarse en su rol estratégico sin perder tiempo en tareas operativas.

De este modo y gracias al conocimiento que posee del negocio, el CFO puede “ampliar” el alcance de sus funciones hacia el liderazgo de proyectos que permitan la creación de valor dentro de la organización.

El viaje del CFO continúa….

Convertirse en uno de los principales comunicadores internos, representa otro de los retos a conseguir por su parte, adoptando un mensaje claro y conciso, según sean los destinatarios de su mensaje, lo cual no solo incluye al personal de la organización, sino también a los distintos “stakeholders”, como ser los clientes y proveedores claves de la compañía.

Una correcta gestión de sus competencias emocionales, se convierte en un factor crítico de éxito, ya que le permitirá fortalecer su liderazgo dentro de la organización, al poder interpretar y gestionar las emociones de las personas con las que interactúa.

Por lo tanto, podemos decir que los primeros 100 días como CFO, representan el comienzo de un viaje en el que debe de lograr convertirse en un líder estratégico, trabajando de manera coordinada y transversal con los responsables de las demás áreas de la organización, y lo mismo como aliado y “copiloto” del CEO en el diseño y ejecución de la estrategia de la compañía.

En sí, el verdadero impacto de un CFO no se mide por sus primeros días, sino en los meses o mejor dicho, años posteriores, con la ejecución y materialización de las acciones necesarias para el logro de los resultados previstos.

Toni
Berga
Co-CEO & Co-Founder @ Embat
Antonio Berga, Co-CEO y cofundador de Embat, cuenta con una amplia trayectoria en finanzas corporativas, habiendo sido director ejecutivo de banca de inversión y banca comercial para empresas familiares en J.P. Morgan en España y el Reino Unido. Actualmente, se centra en ayudar a CFOs y líderes financieros a convertir la tesorería corporativa en una palanca estratégica para impulsar el crecimiento de medianas y grandes empresas.

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