La búsqueda y obtención de financiación es una de las funciones en las que mayor valor puede aportar el CFO. Desde startups hasta grandes corporaciones, necesitan conseguir el capital necesario que les permita, lanzar un nuevo producto, impulsar un nuevo proyecto o expandir sus actividades, como puede ser el caso, al momento de adquirir una compañía.
No hay que olvidarse que una de las principales responsabilidades del CFO, es la de poder garantizar que la compañía disponga del acceso a los recursos financieros necesarios, según el momento del “ciclo de vida” en el que se encuentre. No deja de ser una tarea crítica, que demanda mucho más que disponer, de las mejores habilidades para llevar a cabo, una buena negociación.
Para esto es esencial contar con una estrategia definida y clara, que le permita identificar el tipo de financiación que mejor se adapte a las necesidades de la organización, como así también, sobre cuál debe de ser el nivel de recursos a conseguir, en función, tanto de la estructura de su capital, como del perfil de riesgo que se quiere asumir.
El CFO debe de ser capaz de “construir” una narrativa sólida, que no solo refleje el estado actual de la compañía, sino que también logre proyectar de forma realista, su “futuro” financiero, incluyendo los desafíos y riesgos a los cuales se estima enfrentar y de qué forma, van a poder superarse o bien mitigar sus impactos.
A la vez, cualquier proyección a realizar debe de estar basada y fundamentada sobre la comprensión del negocio de la empresa, como así también de lo que se espera no solo con relación a su competencia, sino al sector a la cual pertenece.
Dicha narrativa debe de ser trabajada conjuntamente con el CEO y en ciertos casos, cuando así sea más conveniente, con los propios accionistas, donde el objetivo a conseguir es el de lograr la mejor “traducción” posible en términos financieros, de la estrategia de la compañía, de forma tal de conseguir la confianza de los inversores y prestamistas.
En Embat, hemos sido reconocidos en los Premios BIGBAN Investors Spain como la startup que mejor ha captado la atención de los inversores, un galardón que pone de manifiesto nuestra capacidad para conectar con inversores y transmitir el potencial de lo que estamos construyendo. Este reconocimiento nos impulsa a seguir marcándonos nuevos retos y a crear soluciones que aporten valor real a los equipos financieros de medianas y grandes empresas.
Un inversor siempre valora la transparencia, por lo cual es fundamental que el CFO lleve a cabo una comunicación efectiva, de forma clara y honesta, donde no solo se destaquen los objetivos de crecimiento o bien, la rentabilidad y el retorno de la inversión prevista, sino también los obstáculos, desafíos y riesgos inherentes al negocio.
Todo esto tenderá a incrementar la confianza de los inversores, que no deja de ser el factor crítico a conseguir, a la vez que refuerza el papel de liderazgo del CFO, demostrando su conocimiento sobre el negocio que gestiona.
Fortalecer las relaciones en el tiempo es un aspecto crítico, donde las interacciones con inversores, potenciales socios y partes interesadas, resultan relevantes a la hora de obtener la financiación requerida.
No hay que dejar de lado, que será el propio CFO, quien en el futuro, sea el encargado de gestionar y optimizar los recursos obtenidos, de la forma más eficiente posible.
Ahora bien, más allá de cualquier capacidad técnica que necesita disponer el CFO durante la fase de la negociación, el desarrollo de sus competencias interpersonales resultan de especial relevancia, donde el poder empatizar sobre cuáles son los objetivos que buscan lograr quienes pueden aportar los recursos a obtener, es algo crítico de gestionar.
En consecuencia, la autogestión emocional pasa a ser un aspecto clave, que en muchas ocasiones representa uno de los principales retos del CFO, mucho más acostumbrado a interactuar con el “lado izquierdo de su cerebro”, esto es, con el que se encarga de las funciones más “racionales”.
En otras palabras, podemos decir que, la búsqueda de financiación es una relación de confianza, donde el CFO debe demostrar todo su liderazgo, apoyado no solo por la visión que posee sobre el negocio, sino también en una buena gestión de lo “emocional”, que le permita llevar a la organización, hacia un siguiente nivel.